— Publicación del 13 de junio de 2018 —
En el marco de la conferencia inaugural de la III Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) el Dr Boaventura de Sousa Santos, reconocido catedrático de la Universidad de Coimbra, ofreció una conferencia magistral como broche de oro a la jornada inaugural de este importante evento que reúne a actores fundamentales para debatir sobre la situación de la Educación Superior.
A cien años de la Reforma de 1918, la CRES es la oportunidad para debatir sobre el estado actual de nuestra región y la situación de la Educación Superior, sus fortalezas y debilidades, historia y evolución También es la oportunidad para acordar los caminos a recorrer, respetando la diversidad institucional.
El Dr Boaventura de Sousa Santos director además de Centro de Estudios Sociales de Portugal se refirió al rol central de la universidad en un contexto de neoliberalismo y con una resistencia desarticulada.
Aquí algunas de sus declaraciones:
“Con el neoliberalismo hay un derecho que tiene supremacía sobre todos los otros, que es el derecho al libre comercio, tiene primacía sobre la soberanía de los Estados. La universidad ha sido un punto de resistencia y por ello ha sido un blanco. Lo que quiere el neoliberalismo es que el derecho de mercado también tenga supremacía dentro de las universidades”.
“El Banco Mundial ha sido el promotor de vincular la universidad al sector productivo, mercantilizar el conocimiento, comercializar la educación. Se parte de la idea de que el conocimiento que no tiene valor de mercado, no tiene valor y esto, a mi juicio, es lo que va a matar la universidad. De esta manera, no hay futuro para la universidad. ¿Por qué la universidad es un gasto y no una inversión?. La universidad tiene que entenderse. Hay que defender lo que logramos, pero la lucha defensiva no sirve en este momento, tiene que revitalizarse. Hay que romper los límites”.
“Nosotros hoy en día, tenemos que reinterpretar el mundo para poder cambiarlo, tenemos necesidad de otra ecología para poder avanzar. Hoy tenemos una dominación que tiene tres cabezas: capitalismo, colonialismo y patriarcado o heteropatriarcado. Y cuanto más agresivo es el capitalismo, más necesita del racismo y del patriarcado. Es por eso que la lucha tiene que ser integrada. Nuestro dilema es que hoy la dominación está integrada y la resistencia está fragmentada. La universidad puede ser un campo donde realmente se puede pensar cómo articular y es por eso que la universidad es un blanco del neoliberalismo”.
“Lo primero para esta lucha es que tiene que haber una ruptura epistemológica. Tenemos que saber que este conocimiento científico es precioso y es importante pero no es el único. Hay otros conocimientos, otras sabidurías populares, vernáculas. Hay una pluralidad de conocimientos que la universidad no tuvo en cuenta porque si bien se pudo democratizar un poco, no se descolonizó. Por eso, para que la universidad sea la resistencia, tiene que hacer una autocritica. La universidad no puede seguir con la idea de que es la única fuente de conocimiento, tener la arrogancia de un conocimiento solo, tiene que saber conversar, articular con otras formas de saber porque para diferentes objetivos, tenemos diferentes conocimientos”.
“La universidad para luchar contra el neoliberalismo tiene que seguir pensándose universitariamente, pero no como las universidades de siempre sino que tiene que ser una universidad que se refunda epistemológicamente y es por eso que el enemigo de la universidad no está solamente afuera, el enemigo está adentro”.
“Mi conocimiento es más valioso cuando logra un diálogo con otros conocimientos. Tenemos que pasar de “conocer sobre” a “conocer con”, tenemos que luchar contra las epistemologías extractivistas como lo son muchas de nuestras metodologías en Ciencias Sociales”.
“Una de las medidas que sale de esto es la extensión que nunca ha sido tan importante como hoy. La extensión ha sido desviada por el neoliberalismo como forma para obtener fondos para la universidad. Esto es una perversidad, esto no es extensión es prostitución. La extensión tiene que ser una manera de buscar una investigación cuyos evaluadores no son expertos anónimos, son la gente de nuestra comunidad. No es llevar la universidad para afuera, es traer el conocimiento no universitario para adentro. La universidad no tiene que ser extensa, tiene que ser intensa”.